Culiacán, Sinaloa. En Sinaloa, la violencia es algo con lo que se vive diariamente, sin embargo, juega un papel fundamental en la crianza que se le da a los hijos debido a la facilidad con la que se tiene acceso a este tipo de contenido.

Tras los hechos lamentables de suicidios de menores en el país, el psicólogo Mario Sánchez Cabada, enfocado en la ideación suicida en adolescentes, aseguró que los altos índices de violencia que azotan el estado envuelven a los padres de familia en este tipo de contextos y que, al no tener el cuidado necesario, los menores tienen acceso a ver, escuchar o imitar este tipo de acciones.

Sánchez Cabada comentó que los niños tienden mucho a la imitación y, cuando se es adolescente, lo que se busca es encajar en un grupo debido a conflictos de identidad, así que tienden a imitar lo que ven en los demás y en su propia casa.

“Entonces cuando estos padres se ven envueltos en dinámicas agresivas ya sean como la narcocultura que nos envuelve, los menores tienden a cometer ese tipo de actos, de replicarlos, lo vuelven parte de su cotidianidad, lo ven como algo normal, algo que los puede orillar a no sentirse capaces o parte de”, dijo el psicólogo.

Aseguró que es necesario poner límites en lo que los menores de edad hacen o escuchan con la intención de prevenir hacerlos partícipes de la violencia, además recomendó prestar atención a los intereses del infante, al igual que lo que sucede en su día a día, con la intención de sentirlos parte de algo.

Precisó que es de vital importancia que los maestros presten la atención necesaria a los alumnos en cuanto a conductas específicas como desmotivación, falta de convivencia, seriedad o que sean víctimas de bullying en la escuela.

Calificando como un mito que trastornos emocionales sean causa de esto, Sánchez Cabada dijo que “no todas las personas que se suicidan o intentan suicidarse están deprimidas, hay veces que solo tienen mucho estrés o mucha ansiedad encima y no pueden lidiar con ella. Es más que nada un factor emocional, influye mucho la capacidad que tú tienes para gestionar tus propias emociones”.

Ángela Montoya