Enero  del 2020  se inició con calenturas políticas.  En sus primeros días las pasiones políticas  se desbordaron, los ánimos se calentaron y los grupos políticos  dieron muestras de su desesperación por colocar  en el ánimo de los electores  al partido y al personaje  que quieren llevar al poder. Así lo demostró  un espectacular que apareció los primeros días  de la llamada cuesta de enero.  En dicho espectacular,  apareció un letrero  que  decía  “anímate  chuy  Sinaloa  te necesita”. ¿Qué partido lo mandó poner?  ¿Qué  grupo o persona? ¿A qué chuy  se refería? Habrá  que decirles amigos lectores  que hay más de  chuyes  que aspiran  sentarse  en la silla que ocupa el señor gobernador. Los  panistas ya pegaron de gritos  porque  sienten  que el PRI  ya está  haciendo campaña  anticipada y piden al instituto electoral del estado  que apacigüe  los ánimos. La  carrera  por la gubernatura ya se inició y no hay nada ni nadie que la pare, muy a pesar  que de acuerdo al calendario electoral  el mes de  septiembre es el tiempo previsto  para que los partidos  políticos  le  entren  con fe  al  bailazo. Pero es tal el desespero  de los que suspiran por el mejor hueso, que a los aspirantes les vale  cualquier  recomendación  de las autoridades electorales  para que calmen sus ansias  de novilleros,  tan es así,  que miembros del gabinete  del señor gobernador  ya hacen ruido  para ser tomados en cuenta  por el dueño y señor  del gran dedo que elegirá  al candidato del PRI   al gobierno del estado. Don Casimiro Cegatón, trabajador de una empresa  refresquera, me preguntó ¿Hay dentro del gabinete de Quirino alguien  que sea propietario   de una escalera grande y otra  chiquita, que tenga  una poca de gracia y otra  cosita, cualidades   necesarias para aspirar  a ser candidato  del otrora  invencible PRI,  con posibilidades   de ganar  la  elección? Le diré  don  Casimiro,  que yo no miro  alguien dentro del gabinete  que dé,  el ancho necesario  para merecer  la bendición  de los dioses.  Se lo diré de otra manera,  en el gabinete,  la caballada está  flaca,  no hay un personaje  con una sólida  carrera política  que despierte pasiones,  sume voluntades y conquiste  corazones.  Casimiro Cegatón  se rasca  la cabeza  mete la mano  derecha  al  bolsillo  de su pantalón, extrae  una cajetilla de cigarros, de ella  saca un pitillo  usa  su encendedor  y aspira el humo  que luego exhala  para luego volver  a preguntar  ¿No hay dentro del PRI   buenos gallos,  hombres de fina estampa políticos de pantalones largos  que puedan merecer el honor  de representar  al tricolor   en la contienda  electoral? Ahora  soy yo  el que se rasca la cabeza,  al tiempo  que   escucho el ruido de un avión que  se dirige al aeropuerto.  Don Casimiro,  le digo. Si hay  pero están fuera del gabinete. Son las perlas  con las que todavía cuenta  el vapuleado  PRI. No tomarlos en cuenta, olvidarse  de que existen,  negarles la oportunidad  que merecen,  es un suicidio  político del señor  gobernador. Don  Casimiro  Cegatón  escucha  y enciende  otro  cigarro, lo invito  a que le pare  a la fumadera, me  hace  caso y tira el cigarro  para luego  aplastarlo con el pie  derecho al tiempo  que me pide  le dé  el nombre  de  esas  joyas  del  PRI  que considero deben ser tomados en cuenta  a la hora de definir  candidatos. Voy a darle  dos nombres  y usted  me dirá  si le gustan ¡sale¡, ¡sale¡  contesta el viejo Casimiro. Ahí le va pues   uno de ellos   se llama   AARON  IRIZAR  LOPEZ  ¿y el otro? AARON  RIVAS ¿Qué le  parecen amigo?  A TODA  MADRE.

Rodrigo Mendoza