Los homicidios dolosos en la Ciudad de México van al alza, principalmente por las disputas que sostienen diversas organizaciones delictivas que luchan por el control del tráfico de drogas en las 16 alcaldías. Un análisis de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), que retoma el periodo comprendido del 5 de diciembre de 2018 al 31 de diciembre de 2019, reveló que en ese periodo se contabilizaron mil 512 casos. El informe destaca que por primera vez se incluye en las estadísticas la ejecución, con 986 casos, que corresponden al primer año de gobierno de la actual administración, encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo, lo que representa 65% de los homicidios dolosos. El desglose detalla que bajo este protocolo se indagan casos por la confrontación entre grupos delictivos, motivos pasionales, narcomenudeo y extorsión. De este universo, 47% de los ejecutados presentaron un impacto de bala en el cráneo, el llamado tiro de gracia.
Especialistas en materia de seguridad refieren que el aumento de los homicidios dolosos va más allá de una descomposición social. Apuntan que la desatención en la procuración de justicia, la corrupción que abarca a algunos elementos policiales, la diversificación de grupos criminales y la disputa en el mercado son las principales causas que aumentan las muertes dolosas, que durante 2018 contabilizaron mil 326 casos, de acuerdo con las autoridades capitalinas.
Para el coordinador en materia de seguridad para la organización México Evalúa, David Ramírez de Garay, que las autoridades cataloguen como ejecuciones aquellas muertes dolosas por disputas por el territorio entre grupos organizados es “una forma de comunicar que el gobierno no siente tanta presión o responsabilidad para investigarlos”. Al respecto, el doctor investigador en temas de sociología criminal Daniel Cunjama, los grupos de la delincuencia organizada se fortalecen por la lógica del mercado de las drogas, en el que el fondo es que hay una política criminal errónea. Comentó que si las autoridades capitalinas cuentan con información respecto a lugares, horarios y modus operandi que ocupan sicarios de organizaciones delictivas para ejecutar a sus rivales, los operativos poco funcionan, pues generan que los criminales se trasladen a otros lugares. “[Las autoridades] no resuelven el problema [homicidios] solamente lo están administrando, están desplazando el tema. Pero es más espectacular un operativo en el que se detiene a 25 personas y al jefe de la banda que traía droga y dinero. Con eso no van a pacificar”, aseguró.
El segundo motivo de los homicidios dolosos, con 218 víctimas, son las riñas. Estos crímenes, a decir del informe, se deben principalmente por la ingesta de alcohol, diferencias familiares, incidentes de tránsito o rencillas personales. El tercer lugar lo ocupa el robo, con 139 eventos. Las víctimas son asesinadas a bordo del transporte público, en casa-habitación, por resistirse a un atraco luego de salir de un banco, en negocio y en el interior de vehículos. El informe de la SSC detalla también que de las mil 512 víctimas, mil 64 fueron por arma de fuego, 204 por arma blanca, 123 a golpes y en 94 eventos se desconoce el móvil, pues fueron “hallazgo de cadáver”. Otros 25 fueron por asfixia, siete calcinados y sólo uno por atropellamiento. La mayoría de las víctimas fueron hombres, con un total de mil 487, y 183 fueron mujeres. Destaca también que se tiene un registro de 231 víctimas menores de 25 años, de los cuales 30 son menores de edad, lo que refleja la participación de jóvenes en actividades delictivas, según el análisis policial.
Para los especialistas, estos datos son un reflejo de que existe una proliferación del tráfico de armas de fuego en las calles de la Ciudad, lo que también contribuye directamente en el incremento de los homicidios dolosos o ejecuciones en las demarcaciones que ahora presentan los índices más altos.
De acuerdo con el reporte realizado por la SSC, durante 2018 se contabilizaron mil 326 casos de homicidio doloso. Ramírez de Garay explicó que los lugares en donde se dan las ejecuciones no son aleatorios para los sicarios, sino que son “muy específicos y con características que las autoridades han dejado a un lado”. Explicó que existen “zonas calientes” o hotspot en la Ciudad de México, en donde hay mayor presencia de narcomenudeo, mismas que en ocho años de estudio que ha realizado, no han cambiado sus características, como en las alcaldías Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, en donde confluye un punto: Tepito. El top por alcaldía donde se registraron más ejecuciones la encabeza Iztapalapa, con 349 casos; le sigue la Gustavo A. Madero, con 256, y luego aparece Cuauhtémoc, con 136 víctimas; en cuarto lugar, por primera vez, se asoma Álvaro Obregón, con 129 víctimas de homicidio doloso por arma de fuego, al tiempo que las que menos incidentes violentos registraron fueron Cuajimalpa, con 14, y Milpa Alta, con 15 casos.

Redacción