CIUDAD DE MÉXICO.

Julio César Chávez Jr. desea que todos los amargos episodios en su carrera tengan su fin hoy, cuando enfrente al estadunidense Daniel Jacobs. Todos, incluso el más reciente, la multa por no dar el peso pactado para esta pelea.

Chávez Carrasco (51-3-1, 33 KO’s) tendrá su segunda pelea en los últimos tres años enfrentando a Jacobs, excampeón del mundo, en el Talking Stick Arena, el mismo escenario que marcó el adiós de la carrera profesional de su padre.

"Lo más importante es ganar la pelea”, dijo Chávez, quien fue sancionado por alrededor de un millón de dólares al pesar 78.3 kilogramos (172.7 libras), más de dos kilos por arriba del peso pactado de 76.2 (168 libras).

"Podía bajar el peso, pero era sacrificar mucho. Tengo mucho sin pelear y no quiero dar ninguna ventaja. No es una pelea de campeonato mundial, teníamos la opción de llegar en este peso y lo vamos aprovechar”.

Para poder subir al ring en este combate, Chávez tuvo que enfrentar un proceso con la Comisión Atlética de Nevada, que lo acusó por no realizar un control antidopaje.

"Lo importante es que voy a poder pelear, y que la gente, mi equipo y mi familia verán que vale la pena todo lo difícil que han sido estos días”, explicó.

Desde su pelea ante Saúl Álvarez, el 6 de mayo de 2017, Chávez sólo ha peleado un round, el pasado 10 de agosto ante el colombiano Evert Bravo.

"Realmente me siento muy bien, motivado porque será una gran pelea, porque quiero que la gente se dé cuenta que estoy de vuelta y estoy para pelear con los mejores”, dijo.

Jacobs (35-3, 29 KO’s) comparte un rival con Chávez. La última pelea de Jacobs fue el 4 de mayo pasado ante Álvarez y perdió por decisión unánime.

Redacción