Culiacán, Sinaloa. Las enfermedades hereditarias son algo que afectan a gran parte de la población, y aunque es posible vivir con normalidad aun portándolas, hay personas que tienen que cambiar totalmente su estilo de vida en el momento que este tipo de enfermedades salen a la luz y evolucionan a medidas agigantadas.

Este es el caso de María Yolanda Vargas Morales de 60 años, quién fue diagnosticada con Genu Valgo, una enfermedad que crea una deformidad en las rodillas provocando que se unan e impida a sus tobillos tocarse.

Fue hace dos años cuando las cosas empeoraron para ella cuando luego de que una prótesis le fuera puesta en su pierna derecha y, más tarde, tuvieran que implantar una placa en la pierna izquierda que, lamentablemente, fue rechazada por su cuerpo comenzando a truncar sus habilidades motrices.

“Es algo genético, mi papá también tenía los pies así como los tengo yo, juntos de las rodillas. La pierna derecha la tengo toda metida hacia dentro” explicó María Vargas a VIVAVOZ.

Actualmente, María no tiene la posibilidad de caminar como una persona común lo haría, ya que, esta situación en sus rodillas ha provocado una afectación a su columna vertebral impidiéndole moverse como quisiera e, incluso, encontrarse de pie.

Ella es una mujer de familia, pero con pocos recursos, donde sus hijos no cuentan con los ingresos suficientes para costear una silla de ruedas; por esa razón, María asistió a la entrega de sillas de ruedas organizada por DIF Culiacán y el Ayuntamiento con la esperanza de convertirse en una de los 100 de los beneficiados de este programa.

María aconsejó a los jóvenes a que le echen ganas y luchen por salir adelante, después de todo, una enfermedad no va a detenerlos si lo que quieren es vivir.

Ángela Montoya