Culiacán, Sinaloa. La violencia hacia las mujeres no solamente se da en forma física también existe en el mundo digital, esto demuestra que no estamos seguras en ningún sitio, estableció Heidy Mares, una activista e integrante de Violencia Digital Sinaloa.

Indicó que el acoso y el hostigamiento sexual hacia la mujer se difunden por tecnologías de la información y la comunicación (TIC), plataformas de internet, las redes sociales, correo electrónico, aplicaciones o cualquier otro espacio en línea.

“Estamos lamentablemente muy acostumbrados a creer que la violencia solo se limita a lo físico, pero también hay que entender que todo lo virtual es real, en el uso de los medios nos pueden herir, nos pueden perjudicar también y esto tiene consecuencias familiares, laborales, inclusos problemas más grandes como la depresión o el suicidio, y es lo que se evita, que llegue a traspasar la pantalla”, expresó Mares.

La activista hizo ver que el acoso por medio de las redes sociales y la ciberpornografía es lo que más se vive en estos tiempos y son las menores de edad las más propensas. Esta se refiere a todos los medios y materiales como ser imágenes o reproducciones que representan actos sexuales, por medio de los recursos de las TIC.

En algunos estados de México existe la Ley Olimpia que castiga la violencia digital contra las mujeres. La condena es de cuatro y seis años de prisión para quienes divulguen por cualquier medio foto, videos o audios íntimos de terceros sin su consentimiento o mediante engaños.

Mares actualmente se dedica a la defensa de mujeres a través de la violencia digital, en esto entra a lo que se le conoce “compartir el pack”, lo que hace es acompañarlas y tratar de acabar el punto desde donde las hostigan, ayuda brindando apoyo psicológico y legal.

“Hay que recalcar que no es malo tener este tipo de imágenes, el delito es compartirlas o chantajear a una mujer con este contenido”, señaló y orientó a las menores que se vean violentadas a denunciar y busquen a un grupo de orientadores digitales, en cada estado existe uno.

En Sinaloa se está luchando para castigar legalmente a un agresor digital.

Griselda Caro