CIUDAD DE MÉXICO.

La Plaza de Toros México cumplió con la expectativa como sede del partido de exhibición entre Roger Federer y Alexander Zverev. La noche del 23 de noviembre quedará plasmada en cada butaca, cada pared, las rampas, el burladero e incluso el ruedo, como la noche en la que México impuso el récord mundial de mayor asistencia en un partido de tenis. 

Fueron 42,517 aficionados los que se dieron cita para admirar la elegancia del tenis de Federer competir con la potencia de Zverev. Se superó por mucho la anterior marca de 35,681 que habían impuesto Serena Williams y Kim Clijsters en 2010 en Bruselas.

Quedará grabado como aquella noche de un silencio tan profundo que permitía que se escuchara en lo más alto de la México el intercambio de golpes. Aquel silencio que contrastaba con una algarabía y un ruido ensordecedor en los cambios de cancha. La bandera mexicana detrás de la cancha fue opacada por las cientas de Suiza, las máscaras de Federer, las playeras que deletreaban su nombre, cartulinas en las que le pedían matrimonio y demás genialidades de los mexicanos.

"Lo que se vivió esta noche en este estadio es algo completamente inolvidable. Gracias porque cada uno de ustedes porque aunque perdí, esté siempre será uno de los mejores días de mi vida”, dijo Zverev al tiempo que ponía su mano en el escudo mexicano de la playera que portaba. 

La noche del 23 de noviembre quedará plasmada en cada uno de los asistentes que presenciaron a un histórico ser parte un suceso inédito. Sin duda alguna será recordada como la noche del “the greatest match” en nuestro país.

Excélsior