Las detenciones de Ismael “El Mayo” Zambada García y de Joaquín Guzmán López abren el camino a nuevos liderazgos en la estructura del Cártel de Sinaloa, una de las mayores organizaciones criminales del mundo.
El grupo de “El Mayo” Zambada mantiene una fuerte presencia en Sinaloa, Sonora, Durango, Baja California y Baja California Sur, entre otras entidades. La organización cuenta con más de mil 500 sicarios integrados en tres brazos armados: “Los Rusos”, “Los Flecha MZ” y “La Sombreriza”, a quienes se presume ahora los dirigirá Ismael “El Mayito Flaco” Zambada, hijo de “El Mayo”.
El Cártel de Sinaloa se reestructuró en 2017, cuando su líder Joaquín “El Chapo” Guzmán fue detenido en México por tercera ocasión y extraditado a Estados Unidos.
La ruptura al interior del cártel generó cuatro bandos, cada uno de ellos con capacidad de producción, tráfico de narcóticos y fuerza armada.
Ahora, con la detención de Joaquín Guzmán López y previamente la de su hermano Ovidio, “Los Chapitos”, Iván Archivaldo y José Alfredo Guzmán Salazar, quedan al frente de la organización integrada por tres brazos armados: “Los Pelones”, “Los Delta” y “La Chapiza”.
“Los Chapitos” tienen presencia en gran parte de México y enfrentan una cruenta lucha por el control de varias regiones con Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Por su parte, Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, hermano de “El Chapo” Guzmán, mantiene presencia en Sinaloa con capacidad de producción y distribución de drogas.
Y la escisión del Cártel de Sinaloa, el Cártel de Caborca, creado por Rafael Caro Quintero, muestra su fuerza en Sonora y Baja California, y en menor grado en Sinaloa.