El conflicto armado entre Rusia y Ucrania ahora involucraría indirectamente a otras naciones como México y Colombia, según informó una denuncia del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia.

Y es que, de acuerdo con las autoridades del Kremlin, el gobierno estadounidense ha utilizado a integrantes de cárteles de la droga de ambas naciones latinoamericanas para combatir en la guerra con Ucrania.

Así lo revelaron en un comunicado, en donde señalan que Estados Unidos “está recurriendo a métodos cada vez más desesperados en sus intentos de cambiar el rumbo del teatro de operaciones de Ucrania”.

“Empresas militares privadas de Estados Unidos (bajo la dirección la Administración Federal Antidrogas y el FBI) están reclutando en las cárceles a representantes de los cárteles de la droga mexicanos y colombianos para que participen en el conflicto del lado de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, se puede leer en el documento.

Además, detalla que se tiene planeado enviar a alrededor de 200 de estos sicarios a la zona de combate en el verano de este año. “Si aceptan el ‘viaje de negocios’, a los prisioneros reclutados en las cárceles estadounidenses se les promete una amnistía total con la esperanza de que nunca regresen”, añade el comunicado.

“Si el proyecto piloto para reponer las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania con criminales latinoamericanos tiene éxito, entonces el programa de reclutamiento de carniceros continuará e incluso se ampliará para incluir a delincuentes de otros países con una situación criminal difícil”, se agrega en la nota.

Finalmente, las autoridades rusas señalaron que, con este supuesto plan, Estados Unidos “admite su impotencia” y demuestra “la inconsistencia del régimen de Kiev al que alimenta”, además de reprochar al gobierno de Washington que utilice a “asesinos en serie, drogadictos y violadores”.

El pasado 24 de febrero se cumplieron dos años del inicio de la operación militar de Rusia en Ucrania, cuyos objetivos, según el presidente ruso, Vladimir Putin, son proteger a la población de “un genocidio por parte del régimen de Kiev” y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia el este.