El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó el miércoles que la victoria total en Gaza está al alcance de la mano, rechazando la última oferta de Hamás de un alto el fuego para garantizar la devolución de los rehenes que aún permanecen retenidos en el enclave.
Netanyahu renovó su promesa de destruir al movimiento islamista palestino, afirmando que no había otra alternativa para Israel que provocar el colapso de Hamás.
También descartó la idea de una pausa en los combates, asegurando que la victoria sobre el movimiento islamista palestino es "una cuestión de meses" gracias a la "continuación de la presión militar”.
"El día D es el día después de Hamás. Todo Hamás", declaró en rueda de prensa, insistiendo en que la victoria total contra Hamás era la única solución a la guerra de Gaza.
Netanyahu ordenó una nueva ofensiva contra Rafah, la ciudad del sur de la Franja de Gaza donde se concentran los palestinos desplazados por la guerra contra Hamás.
"Hemos dado la orden a las fuerzas de defensa israelíes de preparar una operación en Rafah, así como en dos campamentos [de refugiados], los últimos bastiones restantes de Hamás", explicó Benjamin Netanyahu en un mensaje televisado.
¿Cuál era la propuesta de alto al fuego de Hamás?
Hamás había propuesto un alto el fuego en Gaza de cuatro meses y medio, durante el cual todos los rehenes quedarían libres, Israel retiraría sus tropas de la Franja de Gaza y se llegaría a un acuerdo sobre el fin de la guerra
La oferta de Hamás, de cuyo contenido informó en primer lugar la agencia Reuters, es una respuesta a una propuesta anterior elaborada por jefes de espionaje estadounidenses e israelíes y entregada al grupo militante la semana pasada por mediadores qataríes y egipcios.
Las declaraciones de Netanyahu demuestran su intención de proseguir el conflicto en Oriente Medio, declaró a Reuters Sami Abu Zuhri, líder de alto cargo de Hamás.
"Los comentarios de Netanyahu son una forma de bravuconada política que indica su intención de proseguir el conflicto en la región", declaró Abu Zuhri. "El movimiento (Hamás) está preparado para hacer frente a todas las opciones".
Una nueva ronda de negociaciones empezará el jueves en El Cairo, auspiciada por Egipto y Catar. El objetivo es alcanzar "un alto el fuego, el fin de la guerra y un intercambio de prisioneros", informó un funcionario egipcio a la AFP.
Una fuente de Hamás aseguró que el grupo palestino había aceptado participar en las negociaciones. La semana pasada, otra fuente de Hamás afirmó que la propuesta incluía una pausa de seis semanas en los combates y un canje de prisioneros, así como más ayuda para Gaza.
Pero las negociaciones han continuado desde entonces.
Israel ya había dicho que no retiraría sus tropas de Gaza ni pondría fin a la guerra hasta que Hamás fuera aniquilado.
Sin embargo, según fuentes consultadas por Reuters, Hamás está adoptando un nuevo enfoque respecto a su antigua exigencia de poner fin a la guerra, proponiendo ahora que esta cuestión se resuelva en futuras conversaciones en lugar de ser una condición para la tregua.
Una fuente cercana a las negociaciones dijo que la contrapropuesta de Hamás no exigía una garantía de alto el fuego permanente desde el principio, pero que habría que acordar el fin de la guerra antes de liberar a los últimos rehenes.
Antony Blinken busca un alto al fuego
"Queda mucho trabajo por hacer, pero estamos muy concentrados en hacerlo y, con suerte, poder retomar la liberación de los rehenes que fue interrumpida", declaró Blinken en Jerusalén, en alusión al centenar de cautivos que fueron puestos en libertad a finales de noviembre durante una tregua de una semana.
En su quinta gira por Oriente Medio desde el inicio del conflicto, el 7 de octubre, Blinken se reunió este miércoles con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
La presión por un alto el fuego ha crecido cuando las fuerzas israelíes avanzan hacia Rafah, una ciudad del sur de la Franja de Gaza fronteriza con Egipto, donde se refugió más de la mitad de la población del pequeño territorio palestino.
Desde Jerusalén, Blinken urgió a que entrara más ayuda humanitaria a Gaza, cuyos 2.4 millones de habitantes sufren escasez de agua, comida, medicamentos y combustible.
"Todos tenemos la obligación de hacer todo lo posible para llevar la ayuda necesaria a los que la necesitan desesperadamente", insistió, antes de viajar hacia Cisjordania ocupada, donde se reunió con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.
Israel comenzó su ofensiva militar después de que militantes de Hamás mataran a 1.200 personas y tomaran 253 rehenes el 7 de octubre. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, se ha confirmado la muerte de al menos 27,585 palestinos, y se teme que miles más queden sepultados bajo los escombros.
Con información de AFP y Reuters