Después de ver a Clayton Kershaw y Lance Lynn luchar en los primeros dos juegos contra los Marlins esta semana, era fácil cuestionar si los Dodgers tenían suficientes lanzadores abridores para llegar lejos en la postemporada.

Al final de cuentas en el cronograma del equipo californiano, el mexicano Julio Urías estaba programado para lanzar hoy.

Con Urías enfrentando cargos por violencia doméstica y con licencia administrativa, Ryan Pepiot se hizo cargo de la serpentina de los Dodgers.

Pepiot coqueteó con la perfección en el camino a lanzar siete entradas en blanco en la victoria de los Dodgers por 10-0 sobre los Marlins ayer por la noche. Pepiot tenía control total de la alineación de los Marlins, atacando la zona consistentemente y adelantándose en la cuenta a los bateadores. Con muy poco estrés, retiró a los primeros 20 bateadores que enfrentó, dándose una oportunidad realista de convertirse en el primer lanzador de los Dodgers en lanzar un juego perfecto desde Sandy Koufax.

Pero con dos outs en el séptimo, Josh Bell rompió el encanto con un sencillo por el medio. Pepiot ponchó a Jazz Chisholm Jr. para finalizar el séptimo y culminar el mejor comienzo de su breve carrera en las Grandes Ligas.

Pepiot (3-0) fue llamado de Triple-A Oklahoma City antes del juego para tomar el lugar de Urías.