El gobernador de Florida, Ron DeSantis, rechazó ayer las acciones legales emprendidas en su contra por Walt Disney Co, calificándolas de políticas y acusando al gigante mundial del entretenimiento de falta de responsabilidad y transparencia.

Disney, en una demanda presentada esta semana, acusó a la administración de DeSantis de “usar su poder como arma para infligir un castigo político” en una disputa sobre disposiciones especiales para el parque temático Disney World en el centro de Florida.

“No creo que la demanda tenga mérito, creo que es política”, dijo DeSantis a periodistas en Jerusalén, su última parada en una gira internacional antes del esperado anuncio de una carrera presidencial que lo enfrentaría al expresidente Donald Trump por la candidatura republicana.

DeSantis está enzarzado en una batalla con Disney por una medida de Florida que prohíbe hablar en las aulas de sexualidad e identidad de género con niños pequeños.

Los republicanos electos han atacado cada vez más las políticas sociales de las empresas a medida que éstas presionan para diversificar sus plantillas, financiar medidas relacionadas con el clima y apoyar más los derechos LGBTQ+.

Florida aprobó una ley que pone fin a las condiciones especiales que daban a Disney una virtual autonomía en el distrito de Florida donde se encuentra Disney World.

“No tenían transparencia, ni rendían cuentas, nada de eso, y ese acuerdo no era bueno para el estado de Florida”, dijo DeSantis. “No creímos que eso debiera continuar, así que ahora hemos demandado una rendición de cuentas”.

Disney, que ha criticado la medida de las aulas de Florida, dice que el gobierno estatal la ha castigado ilegalmente por expresar una opinión que debería estar protegida por los derechos de libertad de expresión.

Trump afirmó que Disney se está burlando de DeSantis, mientras que la también precandidata presidencial republicana Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, sugirió que la compañía podría trasladarse a su estado.

Con información de Reuters