Culiacán, Sinaloa. El gobernador Rubén Rocha Moya aseguró que no cargará con los pecados del Químico Benítez y el puesto de Secretario de Turismo que le ofreció fue una salida política para garantizar la gobernabilidad del puerto, lo cual corre por rieles separados con las denuncias de tipo penal que tiene en contra el ex alcalde de Mazatlán.

“Yo no cargo con los pecados del Químico Benítez ni con los de nadie. Yo lo único que hago es gobernar a Sinaloa, tengo que darle gobernabilidad a Mazatlán y el juicio jurídico que tiene el Químico en la Fiscalía corre por riel separado”, dijo el mandatario.

Rocha Moya dejó en claro que el alojamiento del Químico en su gabinete no le da ninguna garantía de impunidad o que vaya a servir de atenuante en el juicio de tipo penal que se le puede iniciar por las 10 denuncias en su contra, lo cual le dejó muy en claro cuando le ofreció el cargo estatal.

El gobernador reveló que la incorporación del ex alcalde de Mazatlán a Turismo ya le generó la inconformidad del Fernando Pucheta, quien le anunció su probable renuncia como Subsecretario de Planeación de la dependencia, además de que le movió el tema de la equidad de género en el gabinete.

El mandatario consideró que los casos de las denuncias de corrupción contra ambos ex alcaldes, el de Culiacán y el de Mazatlán, son muy parecidas, la diferencia ha sido el cambio de actitud, pues en el caso de Jesús Estrada Ferreiro no quiso aceptar el apoyo que le brindó para resolver los conflictos que tenía en los temas del descuento en el pago del agua potable a población vulnerable y el pago a las viudas de policías que pidieron homologación salarial.

Enrique Rodríguez