El paso del huracán Ian por Florida ha dejado un sendero de destrucción, en especial en el suroeste y centro del estado, donde hay más de 2.6 millones de personas sin energía, miles siguen atrapados en sus domicilios inundados, algunas carreteras están intransitables y hay temores sobre el costo humano.
Hasta el cierre de esta edición, se habían reportado 17 personas fallecidas, sin embargo, las autoridades temen que las muertes se contabilicen en "centenares".
"Este podría ser el huracán más letal en la historia de Florida", dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, durante una visita a las oficinas de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.
Una de las posibles víctimas es un hombre de 72 años de la localidad de Deltona, en Orlando, quien pereció la madrugada de ayer, tras caer a un canal mientras vaciaba su piscina en medio de la intensa lluvia, informó la Policía local.
Por su parte, la directora general de Protección Consular y Planeación Estratégica de la cancillería mexicana, Vanessa Calva Ruiz, informó que ningún connacional en Florida había solicitado el apoyo de los consulados en Orlando y Miami, por las afectaciones del huracán.
En entrevista con El Heraldo de México, la funcionaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores indicó que calculan que la población de origen mexicano sea de 669 mil 200 personas, por lo que están preparados para dar apoyo.
En tanto, en el condado Lee, donde se asienta Fort Myers y la zona del impacto de Ian, las carreteras y los puentes seguían intransitables, los habitantes que no habían perdido la conexión piden ayuda al número de emergencia y algunos son rescatados con helicópteros.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que los trabajos de reconstrucción llevarán tiempo y que en algunas áreas habrá que comenzar de cero, ante la gravedad de los daños, y anunció que llegará ayuda de otros estados.
La carretera elevada que conecta Fort Myers con la isla de Sanibel, hogar de más de seis mil personas, ha quedado partida en dos y con varios tramos destrozados a causa del impacto de Ian.
Mientras, el Presidente aprobó una declaración de zona de desastre sobre nueve condados de Florida, lo que permitirá aumentar la ayuda para paliar sus efectos.
Producto de la coordinación entre la administración federal y la estatal, más de 32 mil operadores estaban a disposición para restaurar la electricidad en Florida, donde abrieron 200 refugios que han recibido a 10 mil personas.
Ayer, Ian se convirtió nuevamente en huracán en aguas del Atlántico estadounidense en su rumbo hacia Georgia.
Asimismo, hay avisos de tornados para hoy en las Carolinas y el sureste de Virginia.