¿Crisis geopolítica en el mundo? Destacado

Escrito por  Forbes México Sep 01, 2022

 

Esta coyuntura económica tan compleja, derivada de algunos efectos secundarios de la pandemia y el conflicto bélico en Ucrania, entre otros factores, ha desatado una mayor preocupación por las repercusiones que podría traer consigo en la brecha de pobreza, presiones sociales y diversas cuestiones políticas.

 

Un escenario poco alentador en términos de una elevada inflación –no observada en décadas– y una posible recesión global en los próximos trimestres ha ocasionado presiones importantes en los esquemas sociopolíticos que hoy en día subsisten en el mundo. Esta coyuntura económica tan compleja, derivada de algunos efectos secundarios de la pandemia y el conflicto bélico en Ucrania, entre otros factores, ha desatado una mayor preocupación por las repercusiones que podría traer consigo en la brecha de pobreza, presiones sociales y diversas cuestiones políticas.

Riesgos sanitarios que podrían ampliar las diferencias entre naciones

Con base en cifras de la Organización Mundial de la Salud, hasta el momento poco más de 5,000 millones de personas han recibido una vacuna contra el COVID-19, representando poco menos del 70% de la población mundial. Sin embargo, al analizar esta cifra por país, se puede observar todavía una inequidad sustancial. Esta situación además ha resultado en una recuperación económica heterogénea. Tanto los efectos directos de la pandemia del Coronavirus, como los indirectos, han ocasionado tensiones sociopolíticas en varias regiones. Más aún, debemos de considerar la posibilidad de nuevas cepas del virus que traigan consigo oleadas adicionales de contagiados, así como el surgimiento de otras enfermedades que podrían ampliar esta “brecha de salud”, tal como el caso de la viruela del mono.

Elecciones en Brasil y un nuevo orden político en varios países de Sudamérica

Hoy en día, el foco de atención en América Latina –en aspectos políticos– está puesto en Brasil, donde se llevarán elecciones presidenciales el 2 de octubre (una segunda ronda el 30 de octubre), con una contienda muy compleja entre dos figuras muy emblemáticas: el presidente Jair Bolsonaro y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Las posturas de ambos en temas fiscales, sociales y económicos son muy opuestas. Por lo tanto, existe incertidumbre sobre el rumbo de las políticas públicas en el país sudamericano. Además, este año Colombia ya tuvo elecciones presidenciales (victoria de Gustavo Petro), y el año pasado Chile (Gabriel Boric) y Perú (Pedro Castillo) también. En la mayoría de los casos se han observado cambios importantes en políticas públicas. Al margen de los resultados que se puedan obtener hacia delante en lo económico, político y social, debemos reconocer que cualquier cambio importante de modelo tiene un periodo de transición y ajustes, que hoy en día la región está experimentando.

Tensiones en otras regiones del orbe

Más allá del conflicto en Ucrania y las tensiones entre Estados Unidos y China –lo cual ya se analizó en el primer artículo, Parte I–, el mundo continúa mostrando vestigios de tensiones en varias regiones. Recientemente, la relación entre las dos Coreas se ha deteriorado, aumentando la inestabilidad geopolítica en Asia. Adicionalmente, también observamos una discordia importante de Estados Unidos tanto con Iraq como con Irán. Respecto al primero, se han dado algunos ataques a campos de gas y otras instalaciones de contratistas norteamericanos en el norte del país, así como una serie de demostraciones sociales en contra de la decisión del líder y clérigo chií, Muqtada al-Sadr, de retirarse de la vida política –poniendo dudas a la estabilidad del esquema actual–. En relación con el segundo, la idea de retomar un acuerdo nuclear se torna cada vez más difícil. A este panorama internacional tan complejo se le agregan las tensiones entre China y Taiwán, parte de lo que ya se analizó en el primer artículo previamente citado.

Otras cuestiones que están moldeando la coyuntura política internacional

Algunos aspectos importantes que también han modificado el paradigma geopolítico están fuertemente vinculados tanto a cuestiones de sustentabilidad, como a temas de ciberseguridad. En la actualidad existen presiones relevantes –tanto de reguladores como de la sociedad– para llevar a cabo las implementaciones de sustentabilidad que ayuden a mitigar el deterioro y riesgo medioambiental, así como mejorar el impacto de nuestras actividades sobre la sociedad. En este contexto, habrá un especial interés por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, más comúnmente conocida como COP27, del 6 al 18 de noviembre en Egipto. Las sequías, inundaciones y otros eventos meteorológicos de alto impacto que han tenido lugar recientemente hacen que la búsqueda de soluciones sea más urgente, sobre todo ante la escasez y fuerte aumento del precio de los alimentos que generan, lo que afecta a los países más pobres. Por otra parte, los principales tomadores de decisiones en el mundo continuarán impulsando medidas para prevenir los problemas de ciberseguridad, en medio de una importante transición hacia una economía digital, los cuales se han tornado también en un importante riesgo geopolítico.

En conclusión, el mundo se ha tornado mucho más complejo desde el punto de vista político debido a las múltiples secuelas de la pandemia del COVID-19 –la cual no termina de ceder– junto con los riesgos para la globalización y la búsqueda de nuevos modelos que están retando a los sistemas establecidos. Además, el resurgimiento de tensiones entre naciones ha dificultado el panorama actual y la probabilidad de encontrar soluciones efectivas en un entorno de cooperación. Nos encontramos en un nuevo orden social con cambios de liderazgo y nuevos modelos que han generado dudas sobre la existencia de una crisis geopolítica. Independientemente de este debate, es probable que este nuevo paradigma continuará teniendo implicaciones sobre la economía y la sociedad hacia delante.