Diputados instaron al alcalde panista de Guanajuato, Alejandro Navarro Saldaña, a que regrese los casi 70 millones de pesos que pidió prestados para la construcción de un centro comercial que pretendía exhibir a las Momias de Guanajuato, dejando en el olvido el histórico recinto original.

Desde tribuna, en sesión del Congreso del estado de Guanajuato, la legisladora Hades Berenice Aguilar Castillo mostró sus dudas del uso legítimo del dinero, toda vez que el Instituto Nacional de Antropología e Historia –INAH- rechazó otorgar los permisos para mover los cuerpos áridos, así como tampoco la construcción del inmueble.

Y es que la diputada morenista teme que Alejandro Navarro saque provecho personal de los 69 millones 993 mil pesos que el Ayuntamiento de Guanajuato solicitó a la banca privada para el propósito que simplemente ya no será concretado.

“Navarro todavía peor. Navarro ha declarado que utilizará el dinero del crédito en otros proyectos de infraestructura, lo que fue respaldado por el secretario de Finanzas del estado, Héctor Salgado Banda”.

Hades Aguilar pidió a Dios que ilumine a los políticos panistas de Guanajuato, cuyo propósito es en realidad robarse el dinero, ya que el artículo 24 de la Ley de Disciplina Financiera señala que la autorización de un crédito debe especificar en que será utilizado, es decir, está etiquetado, por lo que en este caso únicamente podría haberse utilizado para edificar el Nuevo Museo de las Momias.

Excélsior consignó que el 13 de septiembre del 2021, el Congreso de Guanajuato, con votación mayoritariamente panista, aprobó la iniciativa del Ayuntamiento de Guanajuato para endeudarse y así construir el Nuevo Museo de las Momias, a pesar de las irregularidades que presentaba el proyecto desde su origen.

Ante esto, la regidora capitalina Paloma Robles Lacayo preveía actos de corrupción, toda vez que calificó de innecesario el proyecto, por “banal y frívolo”.

El 14 de marzo de 2021, Alejandro Navarro pagó 30 mil pesos –no de su bolsillo- por firmar un contrato con el banco para la creación de un fideicomiso. Por el manejo anual de éste, pagó otros 50 mil pesos.

Y, por si fuera poco, Alejandro Navarro reservó la información financiera relacionada, por lo que es un proyecto “plenamente opaco”.