El revés que sufrió Morena este domingo en la Cámara de Diputados caló hondo en todos los morenistas, incluido el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, fundador y líder moral de este movimiento político e impulsor de la fallida reforma eléctrica.
“No fue un revés para Morena sino para todos los mexicanos”, así lo quiso ver el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, para minimizar el trago amargo que todavía hoy deben estar pasando los de su partido que buscan con qué hacer las gárgaras que les ayude a desaparecer el mal sabor.
Lo cierto es que lo ocurrido ayer en la Cámara Baja anima a unos y prende los focos rojos a otros.
Más allá de la lectura que los propios partidos político le dan al resultado de la votación que evitó ayer darle para adelante a la reforma Constitucional en materia de generación, producción y distribución de la energía eléctrica en nuestro país, es importante notar el giro que esto da al panorama electoral de este año y, aún más, el del año 2024.
Ante esta perspectiva, lo primero que hay que tomar en cuenta es que el revés que el PRI, PAN, PRD y MC le endilgaron a Morena y sus aliados PT y PVEM es ahora sí, como dicen los encuestadores, que se trata de una fotografía del momento. Con esto intentamos decir que para nada los primeros tienen asegurado el triunfo en las urnas en junio venidero, cuando estarán en juego seis gubernaturas del país.
Y lo otro que vale la pena observar, es que el voto del electorado es volátil y los ciudadanos son inteligentes. Esto quiere decir que los electores pueden definir el destino de su sufragio con mucho tiempo de anticipación, pero también el mismo día de la elección, de ahí que las circunstancias que motivan a votar a favor de tal o cual partido, coalición o candidato son muchas.
Habrá que tomarse en cuenta la atmósfera política, económica y social que los contendientes son capaces de construir antes, durante y después del proceso electoral, lo que los obligar a desarrollar un trabajo permanente que convenza a los electores.
El mensaje del revés morenista es, por tanto, que el PRI, PAN, PRD y MC pueden también imitar el modelo populista que llevó a AMLO al poder para derrocarlo en el 2024 y quien deberá ganar por las ofertas que reciba en medio de la competencia será el pueblo ávido de justicia social.