La insistencia del alcalde Jesús Estrada Ferreiro a implementar el sistema de transporte de Metrobús en Culiacán, suena ya a capricho y medición de fuerzas, más que a una necesidad de mejorar el andar por las vialidades de la capital del estado.

Por lo pronto, hasta donde sabemos, el proyecto no viene contemplado en el Presupuesto de Egresos de la Federación y mucho dudamos que se vaya a integrar al Presupuesto estatal 2022.

Quizás la capacidad financiera del Ayuntamiento puede darle viabilidad al proyecto, sin embargo, en su eterno problema de carácter, el munícipe no ha sabido tender los puentes con los principales actores políticos que tienen en su poder la decisión de que el Metrobús se contemple en el gasto del próximo año.

Que nuestras vialidades requieren de estrategias para hacer más amigable la convivencia entre conductores, choferes y peatones, es una gran realidad sustentada en los accidentes de tránsito que todos los días se registran en la capital sinaloense.

Pero también, esos millones de pesos que requiere el megaproyecto, pueden ser destinados a reducir el enorme rezago que aún se tiene en obras de tipo social esenciales como el agua potable, drenaje, pavimentación y alumbrado público.

Se sabe que este miércoles, el alcalde viajó a la Ciudad de México para recibir un premio de transparencia y aprovecharía para solicitarle al Presidente López Obrador su apoyo para el Metrobús.

Será la próxima semana cuando el Gobernador Rubén Rocha Moya mande al Congreso del Estado su propuesta de Presupuesto 2022 y entonces sabremos si apoya o no este proyecto. Creemos que no.