Bastaron los dos días de su presencia en Sinaloa para que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dejara “bien planchadito” la integración del gobernador Quirino Ordaz Coppel a su gabinete, como próximo Embajador de México en España.

En lo político, la noticia movió el tapete a propios y extraños, pero en el fondo no faltó quienes piensan que la jugada de López Obrador tiene que ver con la sucesión presidencial del 2024 cuando deje el cargo.

Para nadie es un secreto que las grandes decisiones en la política tienen que ver con el poder económico y en nuestro país, éste se concentra en el centro del país, en donde los grandes empresarios y políticos definen la sucesión presidencial.

Y si consideramos que fue justamente en esa zona donde el PRI y el PAN mostraron tener mayor fuerza en la pasada elección, entonces se entiende esta decisión del Presidente por empezar a acercar a hombres con inteligencia probada como la de Quirino Ordaz Coppel, que bien supo ganarse la confianza de López Obrador.

No dudemos entonces, que el nombramiento del gobernador de Sinaloa fortalecerá a Morena y debilitará al PRI y de continuar con este tipo de movimientos políticos, AMLO estará asegurando que la sucesión presidencial recaiga de nuevo en Morena en el 2024.