Por más discreta que haya sido la visita del Presidente Andrés Manuel López Obrador a Sinaloa tendrá su impacto en la preferencia electoral y los rumores por la excelente relación entre el gobernador y el jefe de la nación siguen dando de qué hablar, máxime en el ambiente político-electoral en que se encuentra inmerso el estado, justo en la recta final del proselitismo antes de pararse el electorado frente a las urnas para depositar su voto.
En este contexto, las simpatías que tiene López Obrador con los sinaloenses son muchas y no es secreto tampoco el interés por llevar al candidato de Morena, Rubén Rocha Moya, a ocupar la silla del Tercer Piso de Palacio de Gobierno. Desde su primera visita a Badiraguato dejó constancia de ello al hacerlo ver como candidateable.
Dicen que en política las cosas no ocurren por obra de la casualidad y para nada es extraño tampoco que AMLO tenga predilección por el sur del estado y la construcción de la presa Santa María y el distrito de riego de la presa Picachos son un buen pretexto, pero en el fondo la presencia del mandatario habrá de apuntalar a los candidatos de Morena y PAS en esa zona del estado.
Para nada ajeno a la situación, el gobernador Quirino Ordaz Coppel pareciera ser el más presionado en el contexto electoral, pues su calidad de gobernador priista y su amistad con López Obrador, lo pone en medio del sandwich, sobre todo porque también fue un secreto a voces que desde el mes de enero, cuando se definió la candidatura priista entregó Sinaloa a Morena, ya que para muchos el candidato más rentable era Jesús Valdés, presidente del PRI en la entidad.
Siempre una gira presidencial habrá de dejar muchas lecturas en el aspecto político y si la encuesta publicada por Arias Consultores el pasado 13 de mayo no está sesgada, con mayor razón la presencia de AMLO habrá de representar votos valuados en libras esterlinas, pues dicho sondeo daba una magra ventaja, pero ventaja aún, al candidato del PRI-PAN-PRD, Mario Zamora, por vez primera durante el proceso electoral. Y esto prendió los focos rojos, por más que se quiera pasar desapercibido.