Ciudad de México. A las 22:15 horas del lunes 3 de mayo, Enrique se despidió por última vez de Nancy, su novia, víctima mortal en el trágico accidente ocurrido en la Línea 12 del Metro. "Amaba mucho a mi novia. Nunca voy a olvidar el primer beso que le di. Siempre le decía que no sabía qué iba a hacer sin ella el día que no estuviera conmigo", dice Enrique.
Acompañados por Tania, hermana de Nancy, quien tan sólo tiene 15 años de edad y continúa hospitalizada a causa de las fracturas causadas por la caída del convoy del Metro que se dirigía hacia Tláhuac, habían ido a comer después de no encontrar una película para ver en el cine.
"Estamos esperando porque ella tiene una hemorragia interna, tiene golpes en la cabeza, está muy grave. Tiene fracturada la columna y la pelvis", dice Ivonne Lezama, tía de las víctimas. Enrique, Tania y Nancy se despidieron en la estación Periférico Oriente para partir en direcciones opuestas. Enrique iba en la estación San Andrés.
Salió corriendo hasta el punto de la tragedia. No pudo encontrar a Nancy. Ahí, comenzó la pesadilla y su peregrinar junto con la familia de las hermanas Lezama por los hospitales de la ciudad a donde fueron trasladadas las víctimas tras la caída del tren sobre avenida Tláhuac. Localizaron a Tania en el Hospital General de Tláhuac, del ISSSTE, en estado de gravedad. Sobre Nancy, nadie sabía darles razón sobre su paradero. "Había personas internadas en calidad de desconocidas y nosotros queríamos que nos pasaran a ver, a identificar si era mi familiar porque muchos estaban inconscientes y no podían dar informes y no podían dar sus datos", señala la tía de las jóvenes.
Con la foto de Nancy en mano recorrieron el Hospital General de Tláhuac del ISSSTE, el Hospital Belisario Domínguez, el Hospital de Xoco, sin que nadie pudiera darles ninguna explicación. Fue hasta este martes, que Enrique Montes, novio de Nancy, pudo identificar su cuerpo en la Coordinación Territorial Iztapalapa 6. "Yo tuve que reconocer su cuerpo de mi novia. No se me hace justo eso. Todos estábamos desesperados. Todo mundo estaba buscándola", dijo Enrique, con lágrimas en los ojos. (Milenio).
