Culiacán. La pandemia de coronavirus cayó como un balde de agua fría para el transporte urbano de Culiacán, aseguró Jorge Somera, secretario de organización del Sindicato autónomo de transportistas de Culiacán, pues llegó en un mal momento, cuando recién se cambió la flota de camiones con el apoyo del Gobierno del Estado como aval, pero el cierre de escuelas y toda actividad quebró a los camioneros sin pasaje para pagar las unidades a las financieras, que al no recibir el pago de las mensualidades comenzaron a hostigar y amenazar a los choferes con quitarles las unidades, aún devaluadas. Hace unas semanas el gobierno estatal intervino para frenar el hostigamiento que sufrían los choferes.
El líder de los camioneros, aseguró que la reapertura de calles del Centro vino a mejorar un 5 por ciento de aumento del pasaje, un porcentaje mínimo que no contribuye para reactivar al sector y apenas sobreviven con lo mínimo, por lo que pidieron a las autoridades implementar medidas para impulsar la reactivación económica de los negocios que cerraron.
Humberto Ramírez