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7 cárteles y 16 células operan en estados con elecciones de gobernador Destacado

Escrito por  Expansión Política Abr 08, 2021

Especialistas en Seguridad nacional advierten que desde hace años, el crimen organizado irrumpe en los procesos electorales para quitar o poner autoridades y así incrementar su poder.

En 14 de los 15 estados donde el próximo 6 de junio habrá elecciones para renovar gobernador operan siete cárteles y 26 células delictivas, entre estos, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el cártel del Pacífico, los Arellano Félix, la familia michoacana, el cártel de los Carrillo Fuentes, los Beltrán Leyva y los caballeros templarios.

La Fiscalía General de la República (FGR) tiene identificadas a 37 agrupaciones delictivas en el país, de las cuales el 70% opera en estados que tienen una cita con las urnas el primer domingo de junio.

Especialistas en Seguridad, consultados por Expansión Política, advierten que desde hace varios años, en los procesos electorales, los grupos del crimen organizado buscan poner o quitar candidatos con miras a incrementar y afianzar su poder operativo, económico y político.

“Desde hace tiempo, los distintos grupos del crimen organizado han tomado la decisión de formar parte de las elecciones. El CJNG y el cártel de Sinaloa participan en las elecciones mediante financiamiento de candidatos, amedrentamiento de candidatos e intervención en la vida política”, afirma David Saucedo, consultor y asesor privado en materia de Seguridad.

De acuerdo con la FGR, el cártel Jalisco Nueva Generación es el que tiene mayor presencia en estados que están en campaña para renovar a su gobernador: Baja California Sur, Colima, Chihuahua, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Zacatecas.

El de Sinaloa es el segundo cártel con más presencia. Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Guerrero, Querétaro, Sonora y Zacatecas son las ocho entidades donde tiene actividades el grupo también conocido como cártel del Pacífico.

Con 145 aspirantes y servidores públicos asesinados del 7 de septiembre al 31 de marzo, el actual proceso electoral ya se convirtió en el segundo más violento desde el año 2000, de acuerdo con el Tercer Informe de Violencia Política en México 2021 de Etellekt Consultores. Las elecciones presidenciales de 2018 han sido las que más homicidios han registrado, con 152 políticos asesinados; entre ellos, 48 aspirantes a puestos de elección popular.

Carlos Rodríguez Ulloa, especialista en Seguridad del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, A.C., explica que el mejor momento para que el crimen organizado intervenga en la “designación” de futuras autoridades es durante un proceso electoral.

“El crimen organizado es un actor muy importante en las dinámicas de poder local … El mejor espacio para incidir en la designación de candidatos o en la negociación con los posibles candidatos, es justamente la etapa de definiciones. En este momento se dan amenazas, asesinatos”, explica en entrevista.

El columnista de Expansión Política, Ramón Celaya advierte que la injerencia de la delincuencia organizada en la política ha tenido éxito gracias a la colusión de políticos, pero también a que la fuerza del crimen es mayor a la de la autoridad en algunos estados.

Medidas frente al crimen

El gobierno federal puso en marcha una estrategia para ofrecer protección a candidatos que reciban amenazas durante el proceso electoral que ahora se desarrolla. Sin precisar la cantidad, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, reconoció que algunos abanderados ya buscaron la protección.

Además, cada día se monitorean las amenazas y actos relevantes relacionados con la contienda electoral. Por ejemplo, según el reporte del 2 al 4 de abril, el aspirante a gobernador de Baja California, Jorge Hank Rhon, fue acusado por el mandatario saliente Jaime Bonilla de “ser cabecilla del CJNG” en esa entidad, ello luego de la difusión de un video de esa organización dirigida al morenista.

Las narcodespensas

Rotuladas con siglas o imágenes de algunos líderes de grupos criminales, la entrega de narcodespensas, para atraer votos para uno u otro candidato, es un fenómeno que podría verse en las próximas semanas.

En 2020, durante la Jornada de Sana Distancia a causa de la pandemia de coronavirus , en estados como Michoacán, Guerrero y Sinaloa, fueron repartidas cajas con productos básicos que tenían como remitente Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo o Familia Michoacana.

Los especialistas consultados aseguran que el narcotráfico no solo se acerca a la población en tiempos de emergencias, también en elecciones, por lo que no se debe descartar que pronto aparezca este fenómeno.

 “Reparten despensas para tener una base social de apoyo, reparten juguetes; es decir, hay un aprendizaje de lo que en su momento hizo en Colombia, Pablo Escobar: tratar de incidir en la vida pública teniendo una base social de apoyo”, comenta David Saucedo.

Además de construir una base social de apoyo, el crimen organizado puede contribuir con la aportación de recursos a favor de un candidato.

“Es muy probable porque el narco a nivel local tiene muchos recursos que aportar a una campaña: el uso de la fuerza, recursos económicos a través de despensas o insumos electorales, y el tercero es la capacidad de despliegue”, refiere Rodríguez Ulloa.

Las células del crimen, estado por estado

Salvo en Tlaxcala, en todos los estados la FGR tiene identificada la operación de cárteles y células delictivas.

De siete de los ocho cárteles en el país (salvo el Cártel Jalisco Nueva Generación), se derivan 37 células criminales.

La autoridad ubica como células criminales del Cártel de Sinaloa a Gente Nueva, Los Cabrera, Cártel del Poniente, el Aquiles, el Tigre, Del 28, Los Artistas Asesinos, Los Mexicles, Los Salazar y Los Memos. Estas operan en Chihuahua, Baja California, Baja California Sur y Sonora.

La familia Michoacana tiene dos células criminales: Guerreros Unidos y La Empresa, pero solo la primera opera en Guerrero.

El cártel de los Carrillo Fuentes también tiene dos células criminales: La Línea y Los Aztecas, las cuales tienen operación en Chihuahua.

El de los Beltrán Leyva tiene siete células: los Mazatlecos, el 2,000, los Granados, los Rojos, la oficina, los ardillos y el cártel independiente de Acapulco, los cuales tienen actividades en Baja California Sur, Sonora y Guerrero.

Los caballeros templarios tienen dos células delictivas: Los Tena y la liderada por Homero González, las cuales operan en Michoacán.