Tal parece que la inexperiencia no sólo política sino también operativa de los nuevos funcionarios públicos del gobierno federal está haciendo mucho daño a la población que se encuentra desconcertada con el cambio de las políticas públicas.

Este día un nuevo problema surgió en la delegación del Seguro Social, cuando al terminarse el contrato de servicios subrogados con la empresa Diagnóstico Nuclear, dejó sin el indispensable servicio de aplicación de procedimientos clínicos a un importante número de pacientes que ya se tenían programados para estos días.

Se trata de pacientes con principios de cáncer, problemas de tiroides, insuficiencia cardiaca y otros padecimientos considerados de alta peligrosidad, que ahora tendrán que regresar a las oficinas del IMSS para que les sea redireccionado su servicio médico a otra empresa de clínica nuclear con la cual sí tengan contrato vigente, que ojalá la haya, pues de contrario estaremos ante un problema mayor.

Ante esta situación, es muy importante que el nuevo delegado o jefe de oficina del IMSS, como sea que se le llame al cargo, Samuel Lizárraga, haga pública la situación que prevalece en el servicio médico de las clínicas y hospitales y que esa información sea conocida sobre todo por los pacientes y derechohabientes para la toma de decisiones.

Pero ese es sólo un botón más de muestra del difícil transitar del nuevo gobierno.

A nivel local, basta recordar que la mayoría de los diputados de Morena en el Congreso del Estado de Sinaloa no fue lo suficientemente inteligente para sacar en tiempo y forma la aprobación del presupuesto estatal y éste sufrió un retraso de un mes con todas las consecuencias que ello conlleva.

En el Infonavit, ya la presidenta del organismo civil Amor por tu Casa reclamó que ahora están peor que antes, pues ahora ni siquiera saben con quién interactuar para tratar de solucionar el grave problema de los embargos de viviendas con rezago en el pago de las mensualidades del crédito.

Y es que a raíz de la eliminación de las delegaciones federales para convertirlas en oficinas comandadas todas en su conjunto por una sola cabeza, bajo la figura de Coordinador, ha ocasionado tal confusión que incluso algunos que han pretendido ser delegados o encargados de oficina han preferido rechazar la oferta dada la disminuida jerarquía no sólo en el organigrama sino también en el tabulador salarial.