La canciller federal alemana, Angela Merkel, ha perfilado la apertura paulatina, escalonada y cautelosa del llamado «cierre duro» que rige en Alemania desde comienzos de noviembre y que mantiene paralizada una buena parte de la vida pública y social del país con la clausura de comercios no esenciales, la gastronomía y la hostelería y los centros educativos, así como los establecimientos culturales y deportivos.
Alivio en la enseñanza
Entre tanto y tras dos meses de cierre por la pandemia, este lunes abrieron sus puertas las guarderías y escuelas de enseñanza primaria en diez estados federados. También se reanudaron las clases presenciales para los alumnos de secundaria que se encuentran en cursos de fin de ciclo escolar y afrontan exámenes decisivos esta primavera. «Es bueno que en muchos colegios en Alemania se reanuden poco a poco las clases presenciales», declaró la ministra federal de Educación y Ciencia, Anja Karliczek, quien subrayó que «los niños, sobre todo los más pequeños, se necesitan».
Al igual que Karliczek, la titular alemana de Familia, Franziska Giffey, afirmó que con la reapertura de los centros educativos urge inmunizar cuanto antes al personal docente. «Soy partidaria de hacerlo con unidades móviles», señaló la política socialdemócrata, que defendió el uso de test rápidos hasta que existan suficientes vacunas y una actuación diferenciada por zonas o ciudades. «En aquellas regiones donde la incidencia de las infecciones aumente de manera desproporcionada o se registre una fuerte aparición de mutaciones será necesario dar marcha atrás y volver a cerrar» los centros educativos, advirtió Giffey.
Además los contactos personales se encuentran limitados actualmente a una sola persona ajena al propio hogar tanto en interiores como en exteriores. Durante una reunión virtual de la ejecutiva de la Unión Cristianodemócrata (CDU) este lunes, la jefa del gobierno germano defendió una estrategia precavida ante el peligro de una nueva ola de infecciones causada por las mutaciones del virus Sars-Cov-2 que debe estar ligada a un fuerte aumento de los test de antígenos y PCR para controlar el desarrollo de una lenta apertura.
«Existe un ansia justificada de que se alivien las restricciones. Es algo que comprendo», citaron a Merkel fuentes de la reunión. Estas destacaron que la canciller federal propuso elaborar paquetes estratégicos de alivio de las restricciones en tres áreas concretas: los contactos personales, las guarderías, colegios y centros de formación profesional y un tercero para el deporte, la cultura y la gastronomía.
Para diseñar esos paquetes se reunirá a partir de este martes un grupo extraordinario de trabajo encabezado por el ministro federal de la Cancillería, Helge Braun, e integrado por los secretarios de gobierno de los 16 Estados federados. Estos deberán elaborar un plan para el alivio gradual de las restricciones con el fin de preparar la próxima reunión de la canciller federal con los jefes de los ejecutivos regionales que tendrá lugar el próximo 3 de marzo, fecha en la que se revisará el «cierre duro» y la posibilidad de iniciar la fase de apertura. Braun advirtió durante la cita virtual de que las mutaciones del coronavirus están frustrando el buen desarrollo de las últimas semanas de la lucha contra la pandemia en Alemania.
La tasa de incidencia de las nuevas infecciones en este país por cada 100.000 habitantes en una semana se situaba este lunes en 63 casos, pero por cuarta jornada consecutiva se ha registrado un aumento mínimo de los contagios. Los miembros de la ejecutiva del partido gubernamental alemán debatieron también la posibilidad de incluir a los médicos de cabecera, familia y empresa en la campaña de vacunación.
El titular germano de Sanidad, Jens Spahn, señaló, sin embargo, que esa opción solo tendrá sentido en el momento en el que se disponga de 3 a 5 millones de dosis semanales para inocular a la población. Spahn comunicó además que lo más tarde la semana próxima se autorizará la venta en farmacias de test rápidos para que los ciudadanos puedan hacerlos personalmente y sin tener que acudir a un hospital, un centro de salud o una consulta médica.