La posibilidad de que en México la vacuna contra el Covid-19 se comercialice a empresas privadas no es cercana debido a que los desarrolladores deben cumplir primero con los gobiernos de los países que ya las compraron y después planear el suministro para la iniciativa privada.
Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que hasta ahora ninguna empresa privada mexicana ha iniciado algún trámite para importar y comercializarla. Aseguró que “no hay ningún obstáculo” para que gobiernos estatales la compren en el extranjero.
Según Arturo Morales, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), la comercialización de las vacunas contra el Covid-19 en México será posible al menos hasta dentro de seis meses.
En entrevista con el periódico El Universal, explicó que México tiene contratos con distintas farmacéuticas que desarrollan las vacunas contra el Covid-19, además de Pfizer, cuya condición es que cumplan primero con la entrega de las dosis pactadas con el gobierno federal y posteriormente podrán surtir pedidos a la iniciativa privada.
Explicó que las vacunas siempre son adquiridas por el gobierno y que hay médicos privados, hospitales o empresas que deciden comprarlas, pero únicamente pueden adquirir cantidades mínimas, pues no toda la población tiene posibilidades económicas de pagarlas.
“Esta vez el gobierno anticipó la compra de varias vacunas a través del Covax, que es el fondo de las Naciones Unidas donde se aseguró una cantidad de vacunas; le pagó a AstraZeneca un anticipo para la vacuna que desarrollaron en Inglaterra y que se va a fabricar para América en Argentina y se va a terminar en México... El gobierno federal hizo precontratos con Moderna, con Pfizer, con AstraZeneca para tener varios proveedores”, dijo.
La estrategia del gobierno mexicano fue comprar anticipadamente las vacunas para cubrir a toda la población y una vez que las empresas cumplan con el gobierno, añadió, podrán surtir otros pedidos, que seguramente serán menores y que también dependen de los permisos que emita la Cofepris.
“Yo creo que más o menos en seis meses, por ejemplo, Pfizer podría venderle a otro cliente. Una vez que cumpla con todo lo que firmó con el gobierno de México ya podría entregarle a otro cliente, pero no antes”, indicó.
Rafael Gual, director de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), destacó que una vez que los gobiernos tengan las vacunas que ya compraron, y que debieron quedar registradas y autorizadas por los organismos especializados en la materia, las empresas privadas podrán importarlas.
Comentó que en su momento serán las empresas las que definan el costo que tendrá la vacuna, pues ante la emergencia mundial los desarrolladores sólo están cobrando a precio de fábrica, pero una vez que sea posible la comercialización puede variar.
“Ahora los gobiernos ya están prácticamente cubiertos o programados por parte de las empresas y habrá que dejar pasar algún tiempo para que pueda estar disponible para otros entes”, dijo.
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“Probablemente para 2022, como pasó con la vacuna de la influenza. Creo que tendrá que ser una situación equivalente en la que ya que esto se generalice y tengamos muchas más vacunas de las que ahora están aprobadas. En fin, en estos momentos hay mucha especulación”.
Luego que gobernadores de la Alianza Federalista y partidos opositores acusaran que la Federación monopoliza la vacuna del Covid-19, ayer el presidente López Obrador aseguró que “no hay ningún obstáculo” para que gobiernos estatales la compren.
En conferencia de prensa, informó que hasta el momento ninguna empresa privada mexicana ha iniciado algún trámite para importarla y comercializarla.
“Sí, también [los gobiernos estatales, aunque hay una reglamentación. Como se trata de un asunto de seguridad nacional, se trata de la salud pública, pues corresponde al gobierno federal, eso está establecido en las leyes y hay un decreto para ese propósito. Pero, también, si ellos quieren comprar la vacuna no hay ningún obstáculo”, comentó.