(Primera parte)
Juan Alfonso Mejía está realizando un admirable trabajo en educación. Aunque no es lo mismo “ser borracho que cantinero”, como él mismo lo ha dicho, su desempeño en materia de vinculación social y transparencia son encomiables y dignos de reconocimiento. Es joven y entiende muy bien los nuevos tiempos y aunque a veces las cosas se pongan difíciles no pierde el entusiasmo ni abandona su carismática sonrisa. El hombre es un puñado de virtudes. Tiene una carrera pública meteórica y están en camino a los máximos niveles del poder y la política estatal y nacional, pero tiene una debilidad que podría acabar con su sueño: su exceso de confianza en su equipo más cercano que le impide ver la deslealtad y que, algunos, son agentes dobles.
De pronto no se entiende porqué, si Juan Alfonso trabaja tanto, los resultados no se notan como debieran, pero hay un secreto. Como en el cuento de “las mil y una noche”, lo que Juan Alfonso teje durante el día César Quevedo lo desteje durante la noche al amparo de compromisos inconfesables. El amigo, de extracción panista, experimentado en burlar la normatividad de la educación básica para hacer política electoral, y que sería su “flotador” hacia el 2021, tiene su propio proyecto y otros compromisos ocultos a la vista en su tarea de subsecretario: crear y alimentar, por todo el estado, los refugios de activistas de ENCIMA, que serán los “cuarteles de guerra” “antimorenista” con recursos de la SEPYC, en la campaña electoral del 2021.
La estrategia es compleja y diversa. Crear refugios de personal docente y administrativo descargado que no se justifica (listos para la campaña). Protección de “generales” (familiares y amigos) cercanos al poder sindical mediante la triangulación de adscripciones. Tomar el control de escuelas para ser usadas como refugio de activistas. Subcontratación de maestros, sin derechos laborales ni prestaciones, y bloqueo de nombramientos a personal idóneo (resultado de la evaluación del desempeño) sólo porque no han hecho méritos en Encima, son sólo algunas de las tácticas que se pueden detectar en cerca de medio centenar de casos documentados en los últimos tres meses y que ya se irán presentando en las próximas entregas de Paradigma.
Cambiando de tema…
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Alejandro Luna Ibarra