= Buscará, por otro camino, la candidatura gubernamental
= Critica decisiones de la federación y pasividad del Estado
= Joe Biden toca las puertas de la Casa Blanca, en Washington
Jorge Luis Telles Salazar
A menos que el propio titular del Poder Ejecutivo se lo haya solicitado, me parece una decisión precipitada, la tomada por Sergio Torres Félix al presentar su renuncia, con carácter de irrevocable, a la Secretaría de Pesca y Acuacultura del Gobierno del Estado. Junto con él, también limpiaron ya sus respectivos escritorios, los subsecretarios Pastor Castañeda y Carlos Sánchez Osuna.
Torres Félix, en efecto, dimitió a su importante cargo en la estructura del gobierno del Estado y aunque - ¿hábilmente? – no renunció a su militancia en las filas del Partido Revolucionario Institucional, esto se entiende en automático, a juzgar por el texto de su carta-renuncia al primer mandatario sinaloense.
Y es que, sin dejar de lado sus aspiraciones, que son por todos y por todas conocidas, Sergio bien pudo haber esperado hasta la fecha tope marcada por el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa (el 5 de marzo del 2021) o bien, cuando su partido se lo solicitase como requisito ineludible para considerar a los servidores públicos como parte de sus cartas para la selección de candidatos a los distintos puestos de representación popular que estarán en juego el 06 de junio del año venidero.
De cualquier modo, Sergio Torres seguía en la lista de pretensos a la candidatura gubernamental y de cualquier manera llevaba adelante una campaña política soterrada y sin violaciones evidentes a la ley electoral, bajo el amparo de sus funciones y responsabilidades como secretario de Acuacultura y Pesca del Gobierno del Estado.
Y de ahí nuestra puntualización en el sentido de que Sergio se precipitó en su decisión, a menos – insistimos – de que haya sido por petición del propio gobernador Quirino Ordaz Coppel.
Suyos los comentarios, amigo lector.
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Y bien.
En sus fundamentos y de conformidad con la carta remitida al gobernador Quirino Ordaz Coppel, Sergio aduce que “siempre he considerado cerrar ciclos y esta vez no es la excepción; por ello, emprenderé nuevos proyectos para servirle a la gente, como lo he hecho siempre. Ahora, desde otras trincheras y otros espacios”.
En su misiva, Torres Félix se lanza con todo contra el gobierno federal por “el olvido en el que se encuentran los trabajadores de la salud, los del campo, los pescadores, los comerciantes, los estudiantes, los maestros y los trabajadores de los tres niveles de gobierno”; cuestiona también la cancelación de apoyos a las estancias infantiles” y de paso le da su raspada a Quirino, al expresar su extrañeza en el sentido de que “no hay quien defienda estas y otras causas”.
“Estos y otros desafíos que tenemos como sociedad, representan para mí nuevos retos para defender y ayudar a la gente”; por eso es que “he decidido emprender esta nueva etapa en mi vida política porque tengo el deseo, la fe y la convicción para ello” y porque “estoy seguro que si se puede”. Y “hay miles, que piensan lo mismo que yo”, puntualiza.
Está claro: va en busca de la candidatura al gobierno del Estado. Derecho, sin quitarse.
De entrada, ninguna reacción en consecuencia, ni del gobernador Quirino Ordaz Coppel, ni del presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Jesús Valdez Palazuelos.
Quien si se manifestó, en cambio, fue el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, quien, de inmediato, le ofreció a Sergio Torres, en bandeja de plata, la candidatura de ese partido a la gubernatura de Sinaloa, lo que podía dar lugar al surgimiento de una coalición partidista no contemplada hasta ahora.
Y es que, a como están las cosas, con PRI y PAN en conversaciones para formalizar una gran alianza opositora, Sergio no tiene, por ahora, un gran abanico de opciones, ni cosa que se la parezca.
Vamos, ni tan siquiera podría inclinarse por una candidatura independiente toda vez que, de acuerdo a la ley electoral del Estado, quienes pretendan ser candidatos por esta vía y pertenezcan abiertamente a un partido político, deben renunciar a su militancia 60 días antes del lanzamiento de la convocatoria correspondiente. Y ese plazo ya se venció: el 15 de octubre, si no andamos mal con nuestras cuentas.
En suma: Torres Félix ya tomo su decisión. Ya la hizo pública y ahora a navegar contra corriente, que no le quedará de otra.
¿O sí?
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Por otro lado.
En su “mañanera” de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que el próximo fin de semana estará de nuevo en Sinaloa; concretamente en el sur, para realizar un recorrido por la presa “Picachos”, el elefante gris que se muere por aquellos rumbos, ante la indiferencia oficial.
Al anunciar lo anterior, AMLO aprovechó para ponderar sus “excelentes relaciones” con el gobernador Quirino Ordaz Coppel, quien si jala parejo con el presidente. “No como otros”, pensaría.
A nuestro juicio, más que oportuna la visita del presidente a esta que fue proyectada como una obra de infraestructura hidráulica de carácter monumental y que, lamentablemente – como derivación directa de una larga cadena de errores – se deteriora y se erosiona con el paso de los años y quedan en el olvido las 50 mil hectáreas que se incorporarían a las superficies bajo riego en nuestra entidad.
Aquí no queda de otra. Para revivir este proyecto hay que meterle dinero. Y en serio. No las migajas que cada temporada se incluye en el presupuesto de egresos del gobierno federal.
Así de sencillo.
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Por cierto.
Quirino Ordaz formó parte del grupo de los diez gobernadores priistas que se reunieron ayer con la Secretaria de Gobernación de la Federación, Olga Sánchez Cordero. Ausentes, la de Sonora – en aislamiento por dar positivo a coronavirus – y el de Campeche, por temas de agenda, según dijeron.
Y al frente de los mandatarios del tricolor, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de este partido político, Alejandro Moreno.
El encuentro con Olga Sánchez Cordero fue tranquilo, relajado y de entendimiento mutuo. Al fin y al cabo el origen político de la actual secretaria de Gobernación es eminentemente priista, lo que es imposible negarlo.
Obvio, el tema lo fue la demanda de recursos para cierre de año y el clamor, el recorte de recursos en el presupuesto de gastos para el 2021.
Habrá una nueva reunión pronto. Ahora con el propio presidente López Obrador.
Ya le informaremos.
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Y para cerrar.
Al cierre de esta columna, Joe Biden, el candidato del Partido Demócrata a la presidencia de la República se colocaba, ya con 264, a solo 6 votos electorales de mudarse a radicar a la Casa Blanca en enero próximo, por cuatro años como mínimo, si Dios no dispone otra cosa.
Esos 6 votos que todavía le faltaban a Biden (tras los diez que le representó su aparente triunfo en Wisconsin) podrían llegar del estado de Michigan, donde mantenía su delantera sobre Donald Trump. Michigan representa 16 votos electorales, de tal forma que, después de esto, ya no importará, en lo más mínimo, si Trump gana los estados pendientes.
Y hay que puntualizarlo: lo anteriormente expuesto, si y solo si se mantienen las tendencias en favor de Biden, las que podrían cambiar en un momento dado. A estas alturas ya todo puede esperarse del proceso electoral en los Estados Unidos.
Pendientes.
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A manera de colofón.
Por hoy hasta aquí. Nos vamos ya con nuestros mejores deseos: que Dios los bendiga.
Y cuídese mucho.
Ahora más que nunca…
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