Por Humberto Ramírez
CULIACÁN. Ante el temor de represalias y amenazas de parte de las autoridades municipales, muchos locatarios del Mercado Garmendia, prefieren no externar opinión acerca por las restricciones de no permitir el acceso vehicular y del transporte público al Centro, con lo que se han convertido en un panteón con las calles vacías y locales cerrados por la falta de ventas, externó la locataria Matilde Salazar.
“Está muy tranquila la venta, la verdad no quiere repuntar y es debido a la crisis y a las calles cerradas. Para apoyar por lo de la pandemia, estamos de acuerdo, pero nos están castigando muy feo. Y como medida para contrarrestar la pandemia, no es. Esto trae un trasfondo. Ahora, el Centro parece un panteón.
“Nosotros tenemos productos de la canasta básica, porque nos restringen a nosotros y no restringen, por ejemplo, el estadio de los Tomateros, va a ver partidos, hay venta de boletos. Así como nos han jugado el ´dedo en la boca´ para otras cosas, nos lo van a jugar otra vez. Porque en Mazatlán, al señor Quirino no le cierran las calles contiguas a sus hoteles. Vienen las próximas elecciones a ver si vamos a seguir votando por ellos, ya no”, sentenció.
Sumado a ello, dijo a Vivavoz que no compra mucho a los proveedores para evitar la pérdida del producto al no tener clientes y generar más deuda.
Tan sólo en el Garmendia, los 260 locatarios son el sustento de más de mil 300 personas, comentó la señora Matilde Salazar.