Ciudad de México

Al cumplirse los primeros 12 meses de su ingreso al penal de Santa Martha Acatitla, la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, aseguró que es víctima de una justicia selectiva.

A través de una carta que fue difundida en sus redes sociales, la excolaboradora del expresidente Enrique Peña Nieto estimó que también por su condición de mujer es que ha sido privada de su libertad.

"Hoy cumplo un año de estar privada de mi libertad injustificadamente. La venganza de unos, la cobardía y el silencio cómplice de otros y una procuración de justicia selectiva me tienen aquí”, escribió.

Robles reprochó que la autoridad la mantiene presa mientras que a los integrantes del crimen organizado “los dejan en flagrante libertad”.

Su abogado, Epigmenio Mendieta, señaló que Robles se encuentra desgastada física y anímicamente, pero es posible que, en la próxima audiencia, el 9 de septiembre, el juez autorice que enfrente su proceso penal en libertad, adelantó a Pascal Beltrán del Río.

La carta de Rosario Robles

Tras cumplir un año en prisión, la exsecretaria de Desarrollo Social Rosario Robles hizo de conocimiento público una carta que escribió con motivo de su detención.

A través de su cuenta oficial de Twitter, hizo llegar el documento en donde relata que por venganza y una procuraduría selectiva ella se encuentra tras las rejas, incluso, asegura que no se han respetado sus derechos.

“Hoy cumplo un año de estar privada de mi libertad injustamente. La venganza de unos, la cobardía y el silencio cómplice de otros, y una procuración de justicia selectiva me tienen aquí. Se me acusa de omisión (que no corrupción) que no merece prisión, se han violado mis derechos al debido proceso y a la presunción de inocencia. Se me juzga por quien soy y no por lo que supuestamente hice”.

Además, asegura que el hecho de que ella se mantenga en prisión es solo con el fin de difamarla y proporcional al odio que tienen hacia ella, así como hizo referencia al caso de Emilio Lozoya el cual ha hecho mucho ruido en las últimas semanas al calificarlo como “testigo protegido”, incluso, hizo la comparación de que el se mantiene en libertad, mientras que ella está encerrada.

“Se ha puesto en marcha toda una maquinaria para denostarme, difamarme, hacer escarnio de mi persona, con una saña que es proporcional al miedo y al odio que me tienen. Llama la atención que soy la única en ésta condición. A quienes se les ha acusado de delitos más graves se les respetan sus derechos y a los delincuentes del crimen organizado se les ya dejado flagrantemente en libertad, La conclusión es clara: no se trata de un ánimo de justicia. Estoy aquí porque me llamo Rosario Robles. También porque soy mujer”.

También, agregó que el no darle la libertad es un sinónimo de querer borrar su lucha por que las mujeres sean reconocidas en el país.

“Quieren borrar una vida entera de lucha por mejorar nuestro país, y por abrir espacios y pelear por los derechos de las mujeres. Quieren borrar mi historia, anularme, silenciarme. No es la primera vez. A mujeres que se han atrevido a subvertir el orden patriarcal se les ha condenado; se les ha mandado a la hoguera o a la guillotina, se4 les ha obligado a vestirse como hombres para ser reconocidas o confinadas a un convento. Miles han sido asesinadas por su pareja; a otras nos mandan a la cárcel para excluirnos, borrarnos”.

Por otro lado, se dijo tranquila, pues resaltó que su consciencia está limpia, sin embargo, reiteró que por ser fiel a sus principios fue considerada como adversaria y finalizar en la cárcel.

“Pero más temprano que tarde aparecerán en mi camino juzgadores que con valentía apliquen la ley y me hagan justicia. Yo estoy tranquila como dijo recientemente el Presidente ‘mi tribunal es mi propia consciencia’. El problema es para quienes mandan mensajes equivocados a la sociedad: mejor huye porque si te presentas voluntariamente, tu delito no es grave y eres leal a tus principios, pero eres considerado adversario/a, tu destino es la cárcel”.

Agregó que pese a que su situación la tiene “desolada” en ciertas ocasiones, agradece que se encuentra sana en su estado de salud a comparación con las más de 50 mil familias que han perdido a algún familiar debido al brote de Coronavirus.

“A veces despierto desolada, pero entonces pienso que lo mío es nada frente al duro hecho de que más de 55 mil familias mexicanas están de luto y abandonadas en su dolor, que muchos tienen hambre, que cientos de miles se han quedado sin trabajo y que muchas madres tendrán que optar entre trabajar para darle de comer a sus hijos o quedarse en casa para hacerle de maestras o cuidadoras porque el Estado ha delegado en ellas lo que es su responsabilidad”.

También, recalcó el gran peso que tiene su hija Mariana, pues gracias a ella se mantenido al pie del cañón en su caso.

“A fin de cuentas, a pesar de la situación, estoy agradecida porque estoy viva y sana. Porque mi hija Mariana (mi mayor tesoro) goza de salud y ante esta adversidad ha mostrado una fuerza que me hace sentir orgullosa, porque mi familia y mis amigos se encuentran bien y no me abandonan, porque muchísima gente a la que conozco me ha enviado solidaridad y bendiciones”.

A su vez, dio un mensaje de esperanza para las mujeres, las llamó a romper cadenas, así como mencionó que ahora se ha dedicado a pasar tiempo con otras presas.

“Por otra parte, siempre me he sentido orgullosa de que soy de las pocas políticas que han recorrido el país, que han llegado hasta los lugares más recónditos. Siempre he dicho que he trabajado por las comunidades más pobres, y porque las mujeres rompan las cadenas que las atan. Pero ahora he tenido oportunidad de estar con las olvidadas entre las olvidadas. Con las mujeres que nadie voltea a ver (yo misma lo he hecho), muchas de las cales son inocentes”.

Mencionó que algunas de las mujeres con las que ha convivido se encuentran presas debido a múltiples injusticias o falta de recursos económicos para contratar una buena defensa, por lo que aseguró que en la cárcel tiene una nueva causa, escuchar, alentar y apoyar a mujeres que se encuentran ahí por injusticia.

“Algunas porque son indígenas o porque no tienen recursos para una buena defensa. He conocido de primera voz relatos desgarradores. La cárcel tiene cara de pobreza. La injusticia tiene cara de mujer. Aquí he asumido una causa más. La de muchas de estas mujeres que se me acercan con la esperanza de encontrar una luz, una palabra de aliento, una solución. Porque el poder (de servir) no te lo da un cargo, sino la fuerza interior y una trayectoria que aún en este lugar de oscuridad muchas respetan. No dejo de lucha entonces. Quiero demostrar mi inocencia. Pronto dejaré atrás este episodio. Estoy segura”.

Finalmente, le dio las gracias a los lectores y otras personas que la han apoyado en esta etapa de su vida.

“Mientras tanto, gracias, muchas gracias a las y los que con su fuerza me han sostenido, en especial a mi Mariana que no me deja caer. Pronto podremos darnos un abrazo”.

Agencias