Con pancartas y mantas en mano un grupo de 500 vendedores de playa se manifestaron por las principales calles de la ciudad para exigir a las autoridades se abran las playas para trabajar.

Y es que llevan más de 90 días sin poder trabajar y llevar el sustento a sus familias, dado que el cierre ha provocado que se endeuden y pidan prestado a los amigos y familiares.

Jorge Luis Rios Rubio, dirigente de los vendedores manifestó que se está pidiendo a los tres órganos de gobierno que se les de la oportunidad de trabajar para llevar el sustento a sus familias.

"Necesitamos un apoyo urgente un crédito se les va pagar no es dado le vamos a pagar ocupamos algo de reactivación ya por que la gente no aguanta".

Ríos Rubio expresó que seguirán en la lucha hasta que las autoridades les hagan caso.

Por último se reunieron con el secretario del Ayuntamiento, José de Jesús Flores Segura para llegar a una solución al problema.