Los gobernadores del noreste traen dolor de cabeza. Les urge dinero. Ya no hallan cómo enfrentar los desastres (por venir) provocados por la pandemia y nomás no encuentran apoyo en el gobierno federal.
Ayer, de nuevo, el gobernador de Coahuila,Miguel Ángel Riquelme, insistió en la necesidad de revisar y renovar el pacto fiscal.
De hecho, hoy se reunirán en su entidad los mandatarios de Tamaulipas, Nuevo León, Durango, Michoacán (Jalisco estaba por confirmar) para elaborar una ruta “para poder respaldar jurídicamente lo que en realidad le toca a cada entidad federativa”.
Desde su punto de vista, el pacto fiscal actual, que ya tiene 40 años, “es obsoleto”. Pero no se trata de salirse del pacto, no es una amenaza, precisó Riquelme, sino que “se reconsidere con justicia” lo que a cada estado corresponde.
En el caso de Coahuila, citó como ejemplo, su entidad recibe menos de 20 centavos por cada peso que entrega a la Federación. Lo que se busca, “es reciprocidad” porque ahora, por añadidura, en la planeación de obras, no hay ninguna de interés para su entidad.
Hay falta de presupuesto del ramo 23, de los fondos metropolitanos —apuntó— y “todo lo que cada entidad federativa recibía y que de alguna forma permitía compensar la falta de reciprocidad ante la captación de recursos, se suma el tema de las energías renovables.
Coahuila, dijo, es de las entidades con más proyectos renovables: “Tiene el parque solar más grande de Latinoamérica; al momento hay más de 14 proyectos que estaban listos para arrancar y que desgraciadamente por este tema (del coronavirus) nos mete en un serio problema”.
Así que “no se trata de recursos —reitera—, luego dicen que es lo que queremos, ¡no! Queremos proyectos para nuestras entidades, queremos que incluso la Federación los ejecute.
HOMENAJE PÓSTUMO A ÁLVARO ECHEVERRÍA.
Difícil transmitirle al expresidente Luis Echeverría Álvarez, a sus 98 años de edad, la muerte de su tercer hijo, Álvaro; y tercero en perder la vida (Rodolfo murió en 1983 y Luis Vicente en 2013).
Las autoridades morelenses han catalogado el fallecimiento de Álvaro Echeverría Zuno (71 años) como un suicidio, luego de encontrar en su propia casa en Cuernavaca en la que falleció por un tiro en la cabeza, un arma de fuego, un único cartucho en la recámara, con su cargador vacío y una carta póstuma dirigida a su familia.
María Esther Echeverría es quien ha estado recibiendo las condolencias de amigos y familiares y quien se ha hecho cargo de las exequias (todo en familia, en privado, sin la presencia de don Luis), refiere Augusto Gómez Villanueva, uno de los amigos más entrañables del exmandatario.
El exsecretario de la Reforma Agraria escribió unas palabras como homenaje póstumo para Álvaro, que a la letra dice:
“Estamos tristes. Álvaro Echeverría era uno de los nuestros. Cenecista, solidario siempre con la lucha campesina. Embajador ante la FAO, mi compañero en Roma compartimos juntos eventos sobre las Reformas Agrarias en el mundo.
“Como hijo del licenciado Echeverría, no se deformó como ser humano ante el halago y el poder cuando fue su padre Secretario de Gobernación, Candidato a la Presidencia y Presidente de la República, nunca perdió la verticalidad, congruente, criticó, franco y honesto al señalar aciertos y errores de su Gobierno.
“Sus amigos le Expresamos a nuestro querido Jefe, don Luis Echeverría y a su querida familia, nuestras condolencias y solidaridad en tan dolo-rosa pérdida, y para Álvaro, Nuestro homenaje póstumo.”
El Heraldo de México