Culiacán, Sinaloa

Para Brenda Lizeth Ríos Iiménez atender directamente el Covid 19 ha sido su mayor reto en 11 años como enfermera.
Mamá soltera, jefa familia lo primero difícil fue dejar a sus 3 hijos en casa de su hermano para su seguridad.
"No los veo, ni siquiera el Día de las Madres, solo por videoollamadas", nos cuenta.
El estar  adscrita al área de Covid 19 en el hospital regional del Issste Culiacán requiere todo un compromiso en su tiempo horario y protección.
" Desde que llegamos nos ponemos uniforme quirúrgico, overol la bata, doble bota, cubre bocan careta y googles.   Y para salir, subir a un transporte y casa también todo un proceso de desinfección. No puedo tomar nada ni ir al baño durante 7 horas y tengo compañeros que se tienen que aguantar hasta doce horas".
 Platica algunas experiencias que la han hecho sentirse mal, como cuando en una tienda le pidieron más distancia por traer su uniforme de enfermera o cuando ha tenido que emplayar a una persona muerta:
"  Hacemos de todo, emplayamos a las personas muertas, ahora se ponen en una bolsa negra y los llevan a la funeraria y sus familiares ya no los pueden ver".
Pero también hay muchas satisfacciones, como cuando les piden leer cartas a los familiares internados que ya no pueden recibir visitas.
"Tratamos de darles calidad y calidez y se siente muy bonito cuando les leemos las cartitas porque aún sedados ellos escuchan,  Y desgraciadamente hemos perdido la capacidad de escribir o de decir un te amo".
Aún con 11 años de experiencia Brenda es suplente de enfermería, como muchos en el sector salud en Sinaloa que no tiene una plaza pero que por esta eventualidad han logrado tener prestaciones de ley.

Eva Guerrero