Culiacán, Sinaloa. El señor Genaro Andrade es albañil desde hace 40 años porque desde los 15 años de edad comenzó a trabajar en este oficio que requiere de mucho esfuerzo pero que llena de muchas satisfacciones al terminar una obra y que el cliente quede contento con ella.

Padre de cinco hijos, abuelo de seis niños y con una sonrisa en su cara Genaro relata que ser albañil es lo que más disfruta, lo que más le gusta y lo que le ha dado para sacar adelante a su familia, según sus palabras textuales, “ni para que quejarse”.

Nacido en Durango, pero radicado en Sinaloa desde los nueve años de edad, Genaro al igual que muchos otros albañiles, no consume alcohol, un estigma que asegura que es difícil de quitar, pero que no es una realidad absoluta porque hay quienes sí se pierden en los vicios, pero otros tantos tienen responsabilidades y llevan una vida sana.

Hoy Genaro terminó su jornada laboral a las 12 del día porque sus jefes le organizaron a él y a sus compañeros una carne asada para que pasaran una tarde agradable y celebraran este día tan importante para ellos.

¡Felicidades a todos los albañiles!

Estefani Valenzuela